Un extraño encadenado a un árbol. Héroe ecologista para unos. Hippie de mierda para otros. Y el extraño que dice no saber nada. Algunos quieren talar el árbol, otros no, y el extraño insiste en marcharse. Pero no puede, porque no hay nada como inventar una excusa para hacerlo reventar todo, sin importar donde alcance la metralla. El árbol es lo de menos. Yo y mis intereses. Eso es todo lo que hay.